viernes, 30 de marzo de 2012

Taller sobre prejuicios y emociones en Trabajo Social


Taller sobre prejuicios y emociones en Trabajo Social.
Fecha: 23 del 3 del 2012
Grupo: 1
Componentes: Pajares Burgui, Lucía; Santa Ana Alquezar, Marina; Villanueva Racaj, Silvia.
Actividad: identificar aquellos prejuicios y emociones que están presentes en la 1ª entrevista de un usuario ante el trabajador/a social.

¿Qué creencias o prejuicios consideras que refleja el caso?
El trabajador social del caso, tiene prejuicios a cerca del adolescente, siente rechazo hacia él por pertenecer a una banda callejera y por venir derivado de otra entidad.
Además también le atribuye otro tipo de prejuicio creyendo que el adolescente únicamente acude al trabajador social para solicitar alguna ayuda.
Por otro lado, el trabajador social también tiene miedo a la agresión, ya que recoge todos los objetos cortantes que puede haber en el despacho, por lo que existe un miedo a la agresión física. Éste siente miedo ante un objeto exterior pero también hay otro miedo que tiene que ver con el mundo intrapsíquico, y es que, en ese mundo, se producen un tipo de inestabilidades, que producen ansiedad.

¿Qué aciertos y desaciertos señalarías en cuanto al desempeño del trabajador social?
El único acierto que ha podido tener dicho trabajador social, es que si el adolescente verdaderamente necesitaba una ayuda, el hecho de derivarlo al centro municipal habría sido una actuación adecuada, ya que ellos son los que le pueden informar y asesorar acerca de las distintas prestaciones. Pero por otro lado, su intervención está llena de desaciertos, ya que el trabajador social entrevista al adolescente teniendo una serie de ideas previas tales como prejuicios, lo cual dificulta y resulta un escollo para realizar una intervención satisfactoria.

¿Qué emociones detectas que vive a lo largo de toda su gestión dicho trabajador social?
Primeramente tendremos que saber que son 4 las emociones que tenemos las personas: miedo, tristeza, rabia y la alegría.
Por ello en este caso detectamos miedo, ya que como hemos dicho anteriormente, el trabajador social recoge todo lo que pueda ser usado como arma cortante, pues tiene miedo a la agresión. Este miedo viene acompañado de un prejuicio, pues el trabajador social cree que por el hecho de que el adolescente pertenezca a una banda callejera, ya tiene que ser agresivo e impulsivo.
Por otro lado, tras decirle sus compañeros que por qué había derivado al adolescente al otro centro, discute con algunos de ellos debido a que éstos consideraban que no era para tanto la situación… Fruto de este conflicto con sus compañeros, el trabajador social parece sufrir rabia y frustración ya que finalmente se da cuenta de que su actuación no ha sido la correcta.

¿Cómo crees que maneja y resuelve esas emociones?
El trabajador social prefiere ir a darse una vuelta para intentar reducir esas emociones de rabia, frustración y de enfado consigo mismo para calmarse y poder seguir realizando su trabajado adecuadamente, ya que, todas esas emociones influyen a la hora de trabajar con otros usuarios. Esta forma de reducir dichas emociones se llama autorregulación, pues él mismo es consciente de que tiene que calmarse y de que sus prejuicios y emociones no pueden volver a influenciarle en su trabajo.

Resumen de la sesión:
Las aproximaciones de la sesión se realizan desde el paradigma de la programación neurolingüística, y desde la inteligencia emocional (Goleman). ¿Emoción o sentimiento? El sentimiento tiene que ver con una elaboración mental, con lo cognitivo; por otro lado, las emociones se originan mediante unos estímulos epidérmicos, que son las emociones.
Como trabajadores sociales, lo importante es saber no todo ese mundo de habilidades sociales que tenemos que utilizar, sino el cómo nos manejamos, qué sentimos en el momento de gestionar esas habilidades.
¿Qué emociones existen? Todas las personas tenemos 4 emociones: miedo, tristeza, rabia y la alegría. Hablamos de tristeza cuando hay una pérdida, íntimamente vinculada por el afecto. Ante la pérdida es fundamental asumir que eso que me produce la tristeza no es la pérdida, sino la tristeza misma. Ante determinadas pérdidas tenemos esa tendencia a pensar que toda nuestra vida se ha terminado, eso es falso. Hay que localizar cuál ha sido el objeto perdido y una vez localizado, racionalizarlo.
¿Qué podemos hacer ante el miedo? Se puede optar por la remisión (reculamos ante el objeto de fuera), o por el avance, es decir, cogiendo el toro por los cuernos. Muchas veces nuestros miedos están relacionados con el mundo intrapsíquico, que es donde se producen las diversas inestabilidades, las cuales producen ansiedad. Pero, cuando estas inestabilidades se convierten en patologías, hay que tener cuidado, ya que estamos en la antesala de la depresión.
La rabia, suele surgir cuando no hay justicia. El problema es qué hacemos con la rabia, ante esto, tendemos a autocensurarlo porque no estamos identificando y expresando cual ha sido el objeto de nuestra rabia, pues en el fondo lo que hay es una remisión, y a la larga, detrás de todo proceso de culpa, hay un momento de rabia no gestionado. Es más complicado cuando la rabia parte de nosotros.
Resulta útil el conocer nuestros sentimientos para saber como manejarlos, es lo que se conoce por autorregulación. Esto consiste en poner una especie de filtro entre lo que nos dicen o lo que nosotros recibimos a nivel emocional.

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